Con el descubrimiento del inconsciente, el Psicoanálisis hizo un aporte tan cierto como doloroso: la libertad no existe.
Basta observar lo que llamamos lapsus para comprender que el ser humano ni siquiera es libre respecto del lenguaje que utiliza. Por el contrario, es el lenguaje el que hace uso de él.
El hombre no es más que un sujeto sujetado a su inconsciente por las cadenas del lenguaje y, a partir de este hecho, la libertad se vuelve imposible. Y tal vez este sea uno de los más grandes retos de la condición humana: soñar, luchar e incluso dar la vida por una libertad que está, desde el vamos, pérdida para siempre.
Es allí en donde el psicoanálisis encuentra un espacio posible. No para apostar a la utopía de convertir a un sujeto en alguien libre, sino para propiciar que transite por los caminos que le marca su deseo.
Se atiende a niños, adultos, familias y discapacidad.
Análisis organizacional
Asociacion Psicoanalitica Argentina
Ex docente de UBA y de UADE