“Solo hay algo peor que formar a tus empleados/as y que se vayan: no formarlos y que se queden”.

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Las empresas conscientes tienen muy claro que cuanto más satisfechos/as y comprometidos/as están los y las colaboradores/as, más eficientes y productivos/as son en relación con su trabajo y, por ello, desarrollan diferentes estrategias para que las personas sean felices durante el tiempo que elijan estar colaborando para dichas empresas.

En un escenario ideal, quienes lideran las organizaciones deben aspirar con tener en sus equipos personas que amen lo que hacen y que hagan lo que aman. Asimismo, el problema es que muchas veces las personas tampoco tienen muy claro qué es aquello que más aman hacer en la vida y en el trabajo y, por ello, se conforman con lo que saben hacer y/o se les da bien hacer.

Sin embargo, existen diferentes maneras de ayudar a los y las empleados/as a desarrollar sus talentos y eso es una excelente oportunidad, además, para retener a personas claves.

En otras palabras, ayudar a los y las colaboradores/as a desarrollarse personal y profesionalmente mientras forman parte de los equipos de trabajo es la mejor inversión que pueden hacer las organizaciones hoy en día.

En síntesis, mi propuesta para las organizaciones es implementar programas de formación continua, capacitación & mentoring, y programas de desarrollo, autodesarrollo, entrenamiento y codesarrollo, que busquen favorecer la empleabilidad sostenible de todos los y las profesionales y el bienestar general de todas las personas.

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