Recuerdo que mi primer pasito para contactar con mi ser fue el darme cuenta que algo no anda del todo bien conmigo misma.
¿Te paso alguna vez?
A los largo de la vida solía renegar, culpabilizar y muchas veces responsabilizar a otros (personas, situaciones), de las cosas que sucedían en mi vida. Surgía el enojo, luego la culpa… y aún más allá, después de todo me enojaba y culpaba a mi misma por haber pensado o haber dicho tal o cual cosa, doblemente mal…🤪
Claramente no era sano para mi de esta manera, ni para mi entorno. Poder identificarlo, comenzar a formularme preguntas y poner en duda todo lo que se cruzaba en la mente en esos momentos me ayudó y me abrió un sin números de posibilidades.
Una de estas posibilidades fue la exploración de la relación conmigo misma, ¿𝖰𝗎𝖾́ 𝗆𝖾 𝖽𝗂𝗀𝗈? ¿𝖢𝗈́𝗆𝗈 𝗆𝖾 𝗅𝗈 𝖽𝗂𝗀𝗈?, ¿𝖯𝖺𝗋𝖺 𝗊𝗎𝖾́ 𝖽𝗂𝗀𝗈 𝗍𝖺𝗅 𝗈 𝖼𝗎𝖺𝗅 𝖼𝗈𝗌𝖺?
Fueron algunas de las preguntas básicas que comencé a hacerme.
Luego, cuando pude identificar lo que pasaba al responderme estas preguntas, surgían otras… ¿𝖢𝗈́𝗆𝗈 𝗆𝖾 𝗀𝗎𝗌𝗍𝖺𝗋𝗂́𝖺 𝗁𝖺𝖻𝗅𝖺𝗋𝗆𝖾?,¿ 𝖰𝗎𝖾́ 𝗆𝖾 𝗀𝗎𝗌𝗍𝖺𝗋𝗂𝖺 𝖽𝖾𝖼𝗂𝗋𝗆𝖾 𝗊𝗎𝖾 𝗌𝖾𝖺 𝖽𝖾 𝖼𝗈𝗇𝗍𝗋𝗂𝖻𝗎𝖼𝗂𝗈́𝗇 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝗆𝗂 𝖾𝗇 𝖾𝗌𝗍𝖾 𝗆𝗈𝗆𝖾𝗇𝗍𝗈? , 𝖢𝗈́𝗆𝗈 𝗆𝖾 𝗀𝗎𝗌𝗍𝖺𝗋𝗂𝖺 𝗁𝖺𝖼𝖾𝗋𝗅𝗈?
¿𝖰𝗎𝖾́ 𝗇𝖾𝖼𝖾𝗌𝗂𝗍𝗈 𝖽𝖾 𝗆𝗂 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝗆𝗂?
El diseño de quien quiero estar siendo en cada momento es un trabajo propio, que nos llena de libertar y amor.
Poder estar presente a los pensamientos, el lenguaje y nuestro cuerpo nos dará la señal para comenzar a escuchar eso que aparece y poder elegir si lo queremos o no.
Se me viene un fragmento de Charles Chaplin…
”Cuando me amé de verdad,
comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable:
personas, situaciones y cualquier cosa
que me empujara hacia abajo.
De inicio mi razón llamó a esa actitud egoísmo.
Hoy se llama… 𝗔𝗺𝗼𝗿 𝗽𝗿𝗼𝗽𝗶𝗼”
Y vos, ¿𝗖𝗼́𝗺𝗼 𝘁𝗲 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝘃𝗼𝘀?
¿ 𝗘𝗹𝗲𝗴𝗶𝗿𝗶𝗮𝘀 𝘀𝗲𝗿𝗹𝗼 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮 𝗱𝗶𝗳𝗲𝗿𝗲𝗻𝘁𝗲?