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Se nos ocurrió un proyecto nuevo (producto, servicio, unidad de negocio, emprendimiento, etc.), nos entusiasma y queremos iniciarlo lo más pronto posible. Pero antes de comenzar tenemos que pensar y preguntarnos varios puntos.

El primer punto es preguntarnos ¿cuáles son los objetivos de ese nuevo proyecto?, ¿cuál es su propósito?, ¿qué es lo que estamos persiguiendo con el mismo?, ¿cuál es su para qué?.

El segundo punto es observar si esas respuestas coinciden con el propósito, la visión, misión y valores organizacionales, y por supuesto si no se interponen con los objetivos generales de la organización o de los otros proyectos que ya tenemos. Y acá no es solo observar que no haya interferencias con los planes organizacionales, si no también ver que ese nuevo proyecto contribuya a toda la organización.

Si nos encontramos con respuestas negativas, debemos descartar el proyecto o modificarlo hasta que todo encaje en el plan mayor de la organización. Si las respuestas son positivas, o si logramos encajar todo, podemos pasar a los siguientes puntos.

El tercer punto es armar un plan estratégico, un programa y una agenda. Luego revisaremos si los recursos que necesitamos, tanto financieros, materiales y de tiempo, los tenemos o los tenemos que conseguir en otro lado, y sobre todo si no le estamos sacando recursos a los proyectos que ya tenemos.

También tendremos que observar quienes serán los responsables de llevarlo adelante. ¿Seremos nosotros mismos?, ¿las personas que estarán a cargo ya tienen otros proyectos?, ¿habrá que contratar más empleados?, ¿podremos tercearizar?. Todas las personas que estarán involucradas en el proyecto deberán tener acceso a información y a poder dar su opinión, según el rol y función que encarnen en la organización. 

Por último, tendremos que estar dispuestos a retroalimentar el proyecto con las informaciones que fueron emergiendo de este proyecto, hacer las modificaciones necesarias, incluso poder hacer frente a los imprevistos que puedan surgir durante la implementación y puesta en marcha del proyecto. Tendremos que saber que parte es primordial del proyecto, cuál es ese 20% que produce el 80% de los resultados, que no se puede modificar, y que puntos si se pueden cambiar o desechar para seguir adelante.

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