Una de las tareas más importantes de Recursos Humanos con las que cuenta una empresa, es el desarrollo profesional de las personas y para eso se debe tener conocimiento de las herramientas que el aprendizaje nos facilita.
En este caso te contamos qué es la Rueda de la teoría de Kolb. ¿Cómo se usa? pasando de una instancia a la otra sin correr y con mucha meditación. David Kolb es un teórico de la educación estadounidense cuyos intereses y publicaciones se centran en el aprendizaje experiencial, el cambio individual y social, el desarrollo profesional y la educación ejecutiva y profesional. Es el ideólogo de esta teoría de aprendizaje experiencial que consta de 4 instancias.
Los pasos de esta herramienta:
1) Reflexión: primer gran pilar para aprender
Transformarse en observador de los propios actos y pensamientos. Esta fase puede iniciarse con preguntas sobre algún acto pasado o bien sobre posibilidades que pueden surgir a partir del acto mismo del aprendizaje. Tengamos presente que sin reflexión, sin disciplina ni esfuerzo, no hay crecimiento.
2) Conexión: creación de ideas y posibilidades para la acción. ¿Qué es conexión?
En esta segunda etapa buscamos entrelazar nuestros actos potenciales o futuros con nuestra conducta. Es el momento de generar hipótesis sobre el nuevo conocimiento, cómo nos va a ayudar para una determinada tarea o implementación. En definitiva, cómo vamos a interiorizar y a aprehender y qué opciones de acción tenemos a partir de ello.
3) Decisión: ¿cómo tomar una decisión?
A partir de las posibilidades generadas en los pasos previos optar por un método para actuar. Es el momento de analizar las posibilidades, motivos y resultados y seleccionar una para poder tomar acción en el próximo paso. Aquí es cuando hacemos el análisis de “pros” y “contras” o el famoso FODA para poder avanzar con más certezas.
4) Acción: ¿qué es tomar acción?
Es la realización del acto concreto, realizar una tarea en lo posible con una actitud experimental. Cuando llegamos hasta acá, ya tenemos todo el análisis y el trabajo de las tres etapas previas por lo que, la toma de acción no es un acto aislado.
¿Qué pasa cuando terminamos las cuatro etapas?
Cuando llegamos al final de la acción, cuando ya la ejecutamos, debemos volver al acto
reflexivo, volver a realizar la conexión, tomar una nueva decisión y mejorar la acción. Por eso se le llamada rueda, porque es un ciclo continuo de aprendizaje.
Cuando hablamos de aprendizaje en equipo, cada una de estas etapas puede verse reflejada en roles o personalidades de las personas que se ven más identificadas o demuestran un mayor interés en una de ellas.
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Para las empresas, sean grandes o pequeñas, está claro que una comunicación eficaz, constante y saludable puede tener un impacto directo y positivo sobre los resultados finales, y sin embargo, es el problema principal de las organizaciones. La comunicación eficaz consiste en transmitir información de una manera clara y entendible para todos, sin generar confusión, dudas o interpretaciones erróneas. Sabemos que la comunicación entre líderes, pares y colaboradores es esencial para alcanzar resultados en cualquier espacio, y sin embargo frecuentemente vemos como se subestima al poder que tiene. Afirmaciones como: “pero yo lo dije mil veces, es fulano que no entendió!” son frecuentes entre los líderes, que reducen toda la comunicación solamente al hecho de haber expresado una idea u opinión de manera unilateral. Comunicarse es algo tan natural que todos piensan que lo hacen bien, ya que en apariencia, no remite mucho esfuerzo el hablar, escuchar, o expresarse de manera física o escrita. Pero comunicarse de forma eficaz, es mucho más que eso, exige conocimiento, técnica y por sobre todo entrenamiento. La comunicación eficaz requiere de todos los esfuerzos necesarios para garantizar que los destinatarios realmente reciben el mensaje que se quiere dar. Adquirir un buen estilo de comunicación debería ser de las mayores ocupaciones de los líderes eficientes. Transformar en algo común una visión de negocios, dejar en claro los objetivos de un puesto y las responsabilidades de cada uno con las expectativas definidas son claves para el impacto positivo. 5 consejos para lograr mejoras en la comunicación, consejos sencillos y efectivos a la vez: 1) El flujo de comunicación no es unidireccional (parece loca la aclaración pero nunca está de más recordarla) tenemos que mantener canales de ida y vuelta para que todos logremos dar mensajes. 2) Identifiquemos los diversos canales de comunicación: presencial, email, cartelera, buzón de mensajes, redes sociales, y cualquier otro medio que usemos en nuestra organización. Una vez que sepamos cuáles son realmente, entendamos el estilo comunicacional de cada uno para dirigirnos de una manera correcta y adecuada respetando la cultura de cada espacio. 3) Comprender que nadie sabe leer la mente de nadie. Lo que no se expresa no puede adivinarse. Un buen líder debe asegurarse de decir todo lo que debe decir. Además tiene un doble desafío en la escucha ya que debe ser hacerlo frente a los mensajes dichos pero también aprender a interpretar los “no dichos”. 4) Antes de decir, debemos aprender a escuchar y a preguntar. Un poco relacionado con el punto tres, la idea de asegurarnos de preguntar mucho es justamente encontrar e identificar los mensajes ocultos en esos “no dichos”. 5) Defender “la verdad” es un error. Cada “verdad” parte de un supuesto subjetivo y cada uno de nosotros tiene la suya propia. Defender absolutos es un error común en las malas comunicaciones, el objetivo de un buen equipo siempre debe ser la búsqueda de consenso. ¿Te ayudamos a potenciar tu comunicación? Da el primer paso reservando una reunión con nosotros en nuestra web: www.hacedoresrh.com
Cuando decimos Cultura Organizacional nos referimos al conjunto de creencias, hábitos, valores, actitudes y tradiciones que van adoptando los miembros de una organización. En criollo: son las experiencias y vivencias que tienen los colaboradores de un equipo.
La cultura se puede dejar plasmada en Manuales de Buenas Prácticas, Códigos de Ética y políticas de convivencia y/ o estructurales con el fin de trazar un comportamiento legítimo y una forma de llevar adelante los procesos.
Nace de la identidad y de la mentalidad de los propios fundadores de un negocio. Su visión de mundo determinará los valores de la organización, basándose fuertemente en las creencias personales de cada fundador.
A pesar de que se forman muchas veces de manera espontánea, siempre hay normas que seguir, estén escritas o no. La importancia justamente de documentarlas es la direccionalidad que queremos darle a nuestra propia creación, llevar cierto control de lo que realmente queremos comunicar como organización tanto para el afuera como para el adentro.
Por esto es tan importante tenerla en claro en el proceso de maduración de un emprendimiento, para que la cultura perdure fiel a vos mismo y sigas enamorado de tu proyecto.
Primeras acciones para darle forma a la cultura:
Definir la misión empresaria es el paso inicial imprescindible para la construcción de la cultura. El el marco conceptual que da el puntapié para todo lo demás. Entonces, los pasos serían:
1) Confeccionar la misión: es el qué de la organización, lo que hace. Tiene que reflejar la filosofía del negocio. Algunos ejemplos:
a) Café Martínez: creamos sabores, momentos y proyectos para una vida mejor.
b) Arcor: elaborar todos nuestros productos y servicios con altos estándares de calidad, manteniendo su origen artesanal. Queremos transmitir la Experiencia de la empresa a través de nuestro estilo de atención: calidez, servicio y pasión.
Estos dos ejemplos son bien diferentes entre sí y son válidos ambos como buenos ejemplos de misión. Mientras Café Martínez se concentra más fuertemente en la filosofía, Arcor lo hace en el modo de hacer sus productos, pero las dos misiones definen su quehacer.
2) Definir visión: es el horizonte, el adonde quiere llegar la organización. Acá se detallan los objetivos que te gustarían lograr a largo plazo, en lo posible con una definición de tiempo. Por ejemplo: ser el líder del sector a nivel regional, nacional o mundial o bien ampliar el negocio a las provincias limítrofes, ampliar el mercado al Mercosur o cualquier objetivo que te propongas.
3) Identificar los valores organizacionales: son esas cualidades que buscás en las personas que querés que formen parte de tu equipo, las características que deberían tener. La lista de valores no tiene límites, pueden ser realmente los que vos decidas, por ejemplo: responsabilidad, proactividad, honestidad, respeto, integridad.
Estos tres son los pasos básicos para empezar a trazar la cultura organizacional, ¿los tenés identificados? Te alentamos a que empieces dando el primer paso de acción, reserva una reunión con nuestro equipo de manera gratuita! Pedí tu reunión en www.hacedoresrh.com/asesoramientoexperto
Se dice que el orden es la virtud más preciosa para el buen equilibrio de la vida y para la buena armonía de la vida en común. En Hacedores Rh estamos convencidos de que así como es importante tener en orden nuestro hogar para sentirnos más cómodos y a gusto, también es importante crear esa misma sensación con nuestros emprendimientos y puestos de trabajo.
La tarea de limpieza de elementos físicos que ya no usamos o que usamos con poca frecuencia, los papeles en nuestro espacio de trabajo o esas carpetas virtuales que dejamos desparramadas en el escritorio de la compu, también necesitan de un momento de dedicación para ser emprolijadas y encontrarle un lugar funcional.
Si dedicamos solamente un día al mes a acomodar nuestras cosas, vamos a ver que en realidad lo que vamos a estar haciendo es estar invirtiendo tiempo en felicidad y salud mental, ya que la próxima vez que necesitemos buscar algo y lo encontremos rápido, nosotros mismos nos lo vamos a agradecer. Cuanto más organizada estén nuestras cosas, nuestro cerebro más fácil accederá a ellas y menos se fatigará con este asunto, va a ser como organizar nuestros pensamientos y nuestro entorno a la vez con un resultado positivo para nuestro buen humor!
La idea no es corregir al desorden sino acompañarlo, hacerlo funcional. Porque a nadie se le ocurriría ordenar el “desorden” de Dalí… a los creativos desordenados solo hay que volverlos funcionales para que la musa inspiradora no se corte pero que tampoco se entorpezcan los quehaceres.
El asunto en cuestión es que siempre te sientas cómodo con tu espacio, que cada cosa tenga su lugar y sirva para facilitar el día a día para que la jornada no tenga la carga de frustración de no encontrar cosas o herramientas que agilicen las tareas.
Ahora bien, si hablamos de orden no podemos no remitirnos a la “gurú” del tema, Marie Kondo. Si no sabés quién es te hacemos una breve introducción: es una autora, empresaria y consultora de organización japonesa, dueña del best seller La magia del orden en dónde desarrolla el método Konmari por el cual asegura que ordenar la casa es ordenar la vida.
Junto con la recomendación de lectura del libro, te dejamos también algunos de sus consejos:
1) No debemos almacenar cosas, sólo quedarnos con lo que nos produce alegría. Porque el desorden lo provoca el exceso de cosas.
2)Debemos organizar solo una vez, pero bien.
3) Es mejor ordenar por categorías. Por ejemplo libros o ropa.
4) No debemos dispersar los espacios de almacenamiento.
5) Los mejores sistemas de almacenamiento son los más sencillos.
6) Vaciá tus armarios, las cajoneras y las cajas, tira lo que no te haga feliz y lo demás organizalo de una forma inteligente y sencilla.
Si te cuesta entrar en acción por tus propios medios, ¡no te preocupes! Pedí tu primera reunión gratuita para que te guiemos en www.hacedoresrh.com